"La nueva fase de contactos e interacción con la administración de (el presidente Donald) Trump aún no ha destacado por avances serios, lo que nos causa cierta preocupación", dijo al intervenir en un foro en la ciudad rusa de Pskov.
"Queremos revertir la tendencia negativa tanto en lo político como en lo económico, vamos a trabajar en esta dirección", indicó.
Agregó que Moscú califica de contraproducente condicionar la normalización de las relaciones ruso-estadounidenses con el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk sobre Ucrania.
"Lamentable hay que constatar que la administración de Trump, al menos las señales que recibimos, sigue el mismo camino, otra vez poniendo como condición previa para la normalización de las relaciones los acuerdos de Minsk, lo que es contraproducente y frena la cooperación en otros ámbitos", dijo.
"Nos damos cuenta de que EEUU está travesando un momento difícil (en las relaciones con Rusia), no queremos hacer nada que pueda perjudicar las posibilidades de mejorar esta situación, y estamos esperando el momento cuando EEUU esté listo (para mejorar las relaciones con Rusia)", dijo Riabkov.
Las relaciones entre Moscú y EEUU empezaron a empeorar en 2014 por la crisis en Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia y sufrieron el ulterior deterioro por las discrepancias respecto a la crisis siria y las acusaciones de supuesta injerencia rusa en la campaña electoral en Estados Unidos.
Además, el entonces presidente saliente de EEUU, Barack Obama, reformó una orden ejecutiva de 2015 para imponer sanciones a cinco entidades y a seis individuos rusos por supuestos ciberataques para interferir en el curso de las elecciones presidenciales.
Tanto el Kremlin como el Ministerio de Exteriores ruso negaron rotundamente la implicación de Rusia en los supuestos ciberataques en las elecciones en EEUU.
Lea más: "Contactos empresariales contribuirán a normalizar las relaciones Rusia-EEUU"
El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, sugirió en un principio expulsar de Rusia a 35 diplomáticos estadounidenses y prohibir que EEUU siga usando una casa de campo en el noroeste de Moscú y un depósito en el sur de la capital rusa, en respuesta simétrica a Washington.
Sin embargo, el presidente Vladímir Putin anunció que el país no bajará "al nivel de la diplomacia primitiva" y se reserva el derecho a tomar contramedidas en función de la política que aplique la nueva administración estadounidense.