"No existe prueba alguna del uso de armas químicas por Asad y estoy profundamente convencido de que fue una provocación", dijo Putin en una entrevista que concedió al diario Le Figaro durante su visita a Francia.
"Y todos se negaron a hacerlo", señaló Putin.
En su opinión, las acusaciones contra Asad tienen el único objetivo de justificar el uso de la fuerza contra Damasco.
El presidente ruso también comentó que comparte el enfoque de su homólogo francés, Emmanuel Macron, de la línea roja que supone el uso de armas químicas en Siria.
Putin dijo "estar de acuerdo" pero señaló que esa respuesta debe plantearse de una manera más amplia.
"Sea quien fuera el que perpetró el ataque químico, la respuesta de la comunidad internacional y su política deben ser tales que hagan imposible el uso de semejantes armas en adelante", subrayó Putin al agregar que Macron compartió su punto de vista.
La oposición siria denunció el 4 de abril un supuesto ataque con armas químicas en la ciudad de Jan Sheijun (provincia de Idlib), que se saldó con más de 80 muertos, según la Organización Mundial de la Salud.
El Gobierno sirio subrayó que nunca empleó sustancias tóxicas ni contra la población, ni contra la oposición o los terroristas.
Por su parte, Rusia supuso que la tragedia de Jan Sheijun fue un montaje o resultado del bombardeo de la aviación siria a arsenales donde los terroristas guardaban armas químicas.
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Sin embargo, el 7 de abril EEUU atacó con misiles de crucero la base aérea siria de Shairat (provincia de Homs) sin esperar ninguna investigación ni presentar pruebas irrefutables.