"Este tipo de empresas tiene una forma de trabajar y el taxi tiene otra —lo que está reflejado en la Ley de Ordenación del Transporte Terrestre—, pero nuestro mercado se está viendo invadido por conductores de estas empresas que están actuando como taxis encubiertos, lo que supone hacer una competencia desleal hasta cierto punto consentida por el Gobierno", explica Fernández.
"Se están aproximando hacia nuestro ámbito de trabajo porque no tienen clientes en su cartera de trabajo", razona Fernández, que culpa de esta situación al Estado y al Gobierno por "no hacer cumplir la ley".
A su modo de ver, resulta evidente la complejidad de controlar la actividad de los más de 5.000 conductores con este tipo de licencias, pero ello no es óbice para que la administración no ponga medios para asegurar el cumplimiento de la ley.
La normativa actual, instaurada en 2015, incorpora el criterio de autorizar una VTC por cada 30 licencias de taxis para propiciar un equilibrio ordenado entre sectores.
"El Estado actualmente no lo está cumpliendo: en Madrid estamos en una ratio de una VTC por cada 7 taxis cuando debería ser por cada 30 y en el conjunto de España la ratio es de uno por cada 11", apunta.
Según Fernández, todo ello hace "que proliferen estas empresas mal llamadas de nueva economía, que viven de incumplir la legislación, llegando a utilizar cuatro veces más vehículos de los permitidos por ley".
"Nosotros no podemos competir con ellos: la administración nos marca cuándo debemos trabajar y cuánto debemos cobrar mientras que a estas empresas privadas, que ya de por sí tienen más libertad de actuación, se les permite incumplir la normativa de transportes", relata.
Llegado a este punto de la exposición de la situación del sector, Fernández carga contra el Gobierno, al que culpa de "no hacer cumplir una norma que él mismo ha puesto".
En ese sentido, este portavoz de los taxistas madrileños advierte que las huelgas y manifestaciones de este martes son solo un punto más de la hoja de movilizaciones planteada por el sector.
Según esta hoja de ruta, los taxistas volverán a movilizarse en junio y en julio con la vista puesta en la actuación del Gobierno, que si sigue sin tener en cuenta sus demandas, podría enfrentar una huelga indefinida en el sector.