Alemania ocupa el cuarto lugar en el mundo en exportación de armas. Entre los proyectos más grandes del país figuran el de la fragata MKS 180 (4.500 millones de euros), el tanque Leopard 2 (800 millones de euros), así como los vehículos blindados Boxer (500 millones de euros).
Los franceses disponen del caza Rafale, muy popular en el mercado. Los británicos tienen los portaviones más caros Queen Elizabeth de 5.000 millones de libras cada uno. También se menciona el proyecto de sustitución de cuatro submarinos nucleares de la clase Trident. En este caso, cuatro submarinos de misiles estratégicos deben ser reemplazados por tres nuevos, cuya construcción debe comenzar para la década de los 20.
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"Cuando nos fijamos en las armas europeas, que deben detener al 'supertanque de Putin', se hace evidente que Europa tiene la intención de luchar con armas del siglo XX, apostando por un gran volumen de estas", comenta en el artículo Vladímir Tuchkov, columnista del diario Svobodnaya Pressa.
"El desfile del armamento europeo no cuenta con cazas de quinta generación. Es decir, no tendrán con qué parar al 'supercaza de Putin'", añade.
Dos principales fabricantes de vehículos blindados europeos —el alemán Rheinmetall y el francés Nexter— ya han empezado a trabajar en este ambicioso proyecto denominado Sistema Principal de Combate Terrestre (MGCS, por sus siglas en inglés). Se sugiere que el prometedor vehículo franco-alemán sustituya al Leopard y al Leclerc.
"Los nuevos tanques europeos entrarán en servicio en 2030. Lo que confirma las declaraciones de los directores del fabricante ruso Uralvagonzavod de que el Armata se adelantó unos 10 o 15 años a las técnicas extranjeras de construcción de tanques", comenta Tuchkov.
Gracias a una estructura modular, el buque del ambicioso proyecto puede equiparse con distintas armas o aparatos dependiendo de la misión. La fragata debe asegurar tanto la defensa antiaérea como la antisubmarina, destruir objetivos en la superficie y en tierra, así como realizar misiones de reconocimiento.
Francia también construye nuevas fragatas Belharra que solucionan problemas de defensa aérea y de misiles con la ayuda de misiles antiaéreos Aster-30. El sistema de misiles de crucero es capaz de destruir blancos aéreos a una distancia de hasta 100 km y una altitud de hasta 25 km. Como misiles antibuque se utilizan los históricos Exocet.
"Este es todo el armamento europeo. Todo lo demás, que se está produciendo o comprando, es del siglo pasado o de la primera década de este siglo. Mientras tanto, el 'supertanque de Putin' incluye una gama más amplia de armas y maquinaria bélica, en su mayoría mucho más nueva. Y por lo tanto más eficaz", subraya Vladímir Tuchkov.
No obstante, Rusia reiteró en numerosas ocasiones que no representa amenaza para nadie y su único objetivo es defender a su pueblo y a su país.