"Hemos normalizado nuestras relaciones con nuestra vecindad geográfica, que es muy diversa, con seis países colindantes, todos ellos muy distintos entre ellos", celebró el canciller.
El canciller subrayó que, actualmente, la mayor fuente de controversia entre Irak y los países de su entorno tiene que ver con las intervenciones de Turquía en suelo iraquí para combatir al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, proscrito en el país otomano)
"Rechazamos la presencia de fuerzas turcas en Irak, no podemos permitir esa injerencia de ninguna manera", afirmó Al Jaafari.
Sin embargo, el canciller puso en valor que, pese al desacuerdo existente, Irak mantiene unas relaciones cordiales con Ankara y se limita a tratar el asunto en organismos multilaterales como el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas o la Liga Árabe.
"Ahora mismo Irak está en una situación envidiable en lo que se refiere a las relaciones si lo comparamos con la década anterior", insistió.
En opinión del canciller iraquí, aunque el país afronta muchos problemas —sobre todo en la lucha contra el yihadismo-, actualmente se encuentra en un camino de consolidación de las estructuras democráticas existentes.
A su modo de ver, ese camino de consolidación democrática recibe apoyo internacional y se ve abalado por la creciente presencia y relevancia de los representantes iraquíes en distintos organismos multilaterales.