Al intervenir en un foro de seguridad en Seúl, Brooks recordó que el Norte sigue adelante con los lanzamientos de misiles balísticos y los preparativos para pruebas nucleares.
"Son indicios de que la situación es muy peligrosa y que la presión no es lo suficientemente alta", declaró el general, citado por la agencia Yonhap.
Recordó que EEUU mantiene en Corea del Sur 28.500 militares sobre una base permanente, número que se eleva a los 40.000 si se cuentan las tropas regulares de rotación y las fuerzas adicionales implicadas en los ejercicios de defensa conjuntos.
Corea del Norte lanzó el 21 de mayo un misil balístico de alcance intermedio que voló unos 500 kilómetros y cayó en el mar a unos 350 kilómetros de la costa coreana, fuera de la zona económica exclusiva de Japón.
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Militares surcoreanos estiman que el proyectil lanzado hoy tiene características similares a las de Polaris 2 (Pukguksong-2/KN-15) y que habría alcanzado una altura de 560 kilómetros como máximo.
El anterior lanzamiento tuvo lugar en la madrugada del 14 de mayo, cuando Corea del Norte disparó hacia el mar del Japón (mar del Este) un misil Hwasong-12 capaz de portar una ojiva nuclear.
En aquella ocasión, el proyectil alcanzó una altura sin precedentes, de más de 2.100 kilómetros, y voló casi 790 kilómetros.
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En 2016, el régimen norcoreano llevó a cabo su cuarto y quinto ensayos nucleares y más de veinte pruebas de misiles balísticos desafiando las prohibiciones de las Naciones Unidas.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó desde 2006 seis resoluciones que conminan a Corea del Norte a abandonar el desarrollo de sus programas nuclear y de misiles; las dos últimas, aprobadas en 2016, endurecen en grado considerable las restricciones internacionales contra Pyongyang en materia comercial y bancaria.