Según el portal Phys.org, los expertos modelaron la descomposición del óxido de hidrógeno durante la radiólisis y determinaron si aparecían las combinaciones que pudieran ser usadas por bacterias.
Los científicos opinan que las rocas de Encélado (satélite de Saturno), Europa (satélite de Júpiter), Plutón y Caronte, así como el planeta enano Ceres tienen una composición química que se parece a los condritas — tipo de meteoritos más difundidos. En este caso, los grandes objetos astronómicos pueden producir una cantidad suficiente de radiación para la radiólisis.
Algunos tipos de bacterias viven en la Tierra en un hábitat enriquecido por el hidrógeno. Tales condiciones extremas, no apropiadas para la mayoría de los microorganismos, son típicas para las aguas de pozo y fuentes hidrotermales en el fondo del mar.
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El hidrógeno también puede aparecer durante reacciones químicas que se producen en la profundidad del océano. Sin embargo, en las rocas porosas que se encuentran por debajo del fondo del mar, la única fuente de hidrógeno es la radiólisis. Según investigadores, esto puede servir de base a la existencia de microorganismos en otros planetas del Sistema solar.