La decisión de establecer estas unidades especiales de reconocimiento fue tomada en 2016. Las tropas desplegadas en el Distrito Militar Sur ruso ya disponen de las nuevas unidades, mientras que en los distritos Central y Occidental se está llevando a cabo la formación de las tropas, informa Izvestia.
Las capacidades de la artillería rusa actual han aumentado considerablemente y los misiles aerobalísticos y de crucero empleados por el sistema Iskander tienen un alcance de 500 kilómetros, mientras que la última modificación del sistema de lanzamisiles múltiple Uragan-1M es capaz de lanzar sus cohetes a distancias de hasta 120 kilómetros.
"El potencial de fuego del Ejército ruso aumentó drásticamente. Ahora posee armas de largo alcance y de alta precisión. (…) Naturalmente, para aprovechar esta precisión al máximo es preciso designar eficazmente los blancos. Esta será la tarea de las unidades especiales", explicó el experto militar ruso Víktor Murajovski.
En el país árabe, son las fuerzas de operaciones especiales rusas las que monitorean zonas enteras y marcan los blancos exactos para los ataques aéreos y de la artillería.
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Para lograrlo, suelen pasar mucho tiempo en el frente estudiando el comportamiento de los radicales antes de marcar un objetivo, agregó.