El hecho, ocurrido el 17 de mayo en un pequeño pueblo rural de la provincia de Santa Fe (centro-este), estremeció a todo el país, porque acercó a Argentina una realidad que sucede en todo el mundo: con el advenimiento de las plataformas de transmisión de vídeos en simultáneo, son cada vez más los casos de personas que cometen asesinatos o se suicidan en vivo, ante la presencia virtual de miles de espectadores.
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El criminal se quitó la vida cuando la Policía iba tras su rastro. Tras permanecer prófugo, las fuerzas dieron con él y lo persiguieron. Finalmente, se dio un disparo. Más allá de la violencia en sí, el hecho causó fuertes críticas dirigidas a la red social, debido a la lentitud con la que actuó, que llevó a que el vídeo estuviera disponible por un tiempo suficiente para que lo vieran miles de personas. Tras este hecho, a mediados de abril, Facebook informó que modificaría su política de contenidos para las transmisiones en vivo, indicó la BBC.
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Amigos del homicida alertaron a las autoridades. No obstante, el vídeo permaneció más tiempo disponible, lo que llevó al gobernador de la provincia de Phuket a lanzar una alerta para que los ciudadanos no lo compartieran.
República Dominicana fue el escenario de otro macabro hecho que involucró al locutor de radio Luis Manuel Medina. El comunicador, que solía transmitir en vivo algunos trechos de su programa 'Milenio Caliente', leía las actualidades cuando de repente entró un hombre no identificado al estudio. El intruso abrió fuego contra el periodista. Además, mató al director de la radio. Todo fue registrado en la transmisión en vivo de Medina.
