"Que Rusia apoye a Assad es una simplificación incorrecta. Frecuentemente escuchamos a nuestros socios occidentales que el problema principal es que Asad está en el poder y que cuando desaparezca todo va a estar perfecto, pero no es así", señala, recordando casos "fallidos" del modelo que Occidente propone para Siria en Irak, Libia y muchos otros países.
"Me gustaría hacer una pregunta a los europeos: ¿están preparados moralmente, económicamente, desde el punto de vista jurídico, para que un nuevo país en Oriente Medio colapse? Siria no es Libia, es un país más grande, más complicado, y los resultados podrían ser aún más alarmantes", señal'o la responsable de la cancillería rusa.
Moscú está llevando a cabo dos líneas de acción: "la lucha contra el terrorismo y el proceso político, en el que se sienten a la mesa el gobierno de Assad contra los grupos terroristas. ¿Por qué tienen una memoria tan corta y no se acuerdan de lo que pasó hace solo cinco o diez años? ¿Acaso España quiere repetir su participación en la coalición anti Irak?", concluye la mandataria.