Los pilotos que pesan menos de 136 libras (alrededor de 62 kilogramos) durante mucho tiempo se han enfrentado a un "elevado nivel de riesgo" de una lesión potencialmente letal en el cuello. Ahora, la introducción de cascos más ligeros y otras modificaciones parecen haber resuelto este problema. El lunes se eliminaron las restricciones de vuelo para los pilotos de menor peso, anunció el Secretario de la Oficina de Asuntos Públicos de la Fuerza Aérea de EEUU.
En particular, los ingenieros eliminaron la visera externa del casco, que incluye el lente de sol, para reducir su peso de 5,1 a 4,6 libras (de 2,31 kg a 2,08 kg), dijo un expiloto de F-16 Fighting Falcon. Otras modificaciones incluyen un gadget de soporte para la cabeza en la parte trasera del casco para mitigar la posibilidad de que la cabeza del piloto se golpee en el proceso de eyección.
La Fuerza Aérea impuso restricciones para los pilotos que pesaban menos de 136 libras por temor a un golpe mortal durante la eyección de emergencia. El asiento está ahora aprobado para pilotos que pesan entre 103 y 245 libras, reveló la Fuerza Aérea en un comunicado de prensa.
El general Scott Pleus, jefe del programa F-35, dijo haber "informado personalmente a cada piloto" sobre la seguridad alcanzada tras los nuevos cambios.
"He volado en este asiento yo mismo y creo que, con estas modificaciones, este es el asiento de eyección más seguro en el que he volado jamás", señaló Pleus.
Además de sus múltiples problemas técnicos, el programa de desarrollo del F-35 ha sido fuertemente criticado dentro de EEUU por su impresionante coste. Sólo el desarrollo de estos cazas ya les ha costado a los contribuyentes estadounidenses unos 400.000 millones de dólares, y para el final de su vida útil el programa completo significaría un estimado de $1,5 billones de dólares. Según el presupuesto fiscal del Departamento de Defensa para 2017, el Pentágono planea gastar otros 10.100 millones de dólares en aviones tipo F-35.
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Las críticas al sobrecoste del programa fue uno de los puntos de la campaña presidencial de Donald Trump. Después de ganadas las elecciones, la directora general de Lockheed Martin Corp, Marillyn Hewson, informó al presidente electo de que se comprometía a reducir el costo de los aviones de combate F-35.