"Esta legislación fue creada para incrementar los costos (al presidente sirio Bashar) Asad y sus patrocinadores extranjeros, apuntando a aquellos sectores de la economía que permiten a Asad asesinar impunemente", dijo el congresista Ed Royce.
El diputado añadió que bajo esta ley las compañías y los bancos extranjeros "deberán elegir entre hacer negocios con el régimen (de Asad) o con EEUU".
El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, expresó por su parte que las nuevas sanciones "aprietan los tornillos" al Gobierno de Asad incluyendo a patrocinadores extranjeros como Irán y Rusia.
El Departamento de Estado publicó un informe en el que afirma que el Gobierno de Asad trata a los civiles desarmados de la misma manera en la que trata a los militantes opositores.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo que mientras el Gobierno de Siria continúe con su brutal campaña de violencia contra su propia gente, EEUU seguirá utilizando herramientas como las sanciones para incrementar la presión contra Damasco.