"Hemos hallado 115 cuerpos, han muerto de varias maneras: por cuchillos, por palos y por heridas de bala", comunicó a Reuters el jefe de la misión del CICR, Antoine Mbao Bogo.
La víspera cientos de rebeldes armados de la milicia 'anti-balaka' aceptaron abandonar Bangassou tras una serie de ataques contra los civiles y miembros de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Centroafricana (Minusca).
Los empelados de la Misión informaron que los enfrentamientos podían causar hasta 30 muertos.
La situación en la República Centroafricana se agudizó en 2013 cuando estallaron enfrentamientos entre los milicianos de Séléka, principalmente musulmanes, y las milicias 'anti-balaka', predominantemente cristianos.
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Según los datos de la ONU, durante el conflicto hasta un millón de personas se vieron obligadas a abandonar sus viviendas y más de mil murieron.