"La evaluación corriente es que no se está viendo una salida conciliada (a la crisis), así que Brasil se está preparando para recibir refugiados", explicó Jungmann, que esta misma semana se reunirá con representantes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
En Brasil el estado fronterizo de Roraima (noroeste) es el que está recibiendo mayor número de ciudadanos venezolanos en los últimos meses; más de 30.000 según el Gobierno de ese estado.
El pasado mes de diciembre se decretó la situación de emergencia en la salud pública en ciudades como Pacaraima y Boa Vista debido al colapso en hospitales y ambulatorios causados por el alto flujo migratorio.
En este caso se trata de indígenas venezolanos de la etnia warao que viven en situación de indigencia en las calles de la ciudad.
El Ejecutivo brasileño, en manos del conservador Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) es uno de los gobiernos latinoamericanos que se mostraron más críticos con la manera en que el Gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, está gestionando la crisis política en ese país.
Recientemente el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Aloysio Nunes calificó de "golpe" la intención de Maduro de convocar una Asamblea Nacional Constituyente.