"Tuve que tomar decisiones para no aburrirme y para que mi arte fuera un poco más allá, que se saliera de la norma; eso es lo divertido y el riesgo es lo que me hace mantenerme vivo porque hubo un boicot desde mi alma de que no iba a hacer lo mismo de siempre, había que enseñar partes de uno mismo y no disfrazarse en las estéticas y en las métricas", dijo a Sputnik Kase.O horas antes de ofrecer un concierto en Montevideo.
Con una trayectoria de dos décadas sus espaldas, innovar no fue una tarea sencilla, reconoce el líder del grupo Violadores del Verso, quien apostó por mezclar rap con otros estilos como el jazz para salir de la rutina y enfrentarse a sus miedos y al folio en blanco cuando las frases que escribía le "deprimían por no estar al nivel que buscaba".
"Son miedos que tienes a ti mismo, a los ortodoxos (del rap) porque se supone que vas a tener la misma actitud, pero cuanto más me arriesgo más gano, más me divierto y la gente también lo agradece porque no siempre quieren lo mismo; es normal tener fantasmas, pero cada día me voy liberando más", añadió.
Del miedo, recuerda ahora, pasó a la serenidad y después a la acción, y en ese proceso de cambio América Latina se convirtió en una inspiración, en un lugar del que aprender.
Así es como eligió la ciudad colombiana de Medellín para quedarse a vivir durante casi tres años.
Sabía que en Medellín había un movimiento fuerte de hip hop, "una esencia más pura que de algún modo se ha perdido en España y quería probar esa experiencia", añadió el rapero.
Tras su paso por Colombia, el año pasado volvió a España y se instaló de nuevo en su Zaragoza natal.
Nuevo trabajo
Cinco años después del lanzamiento "Kase.O Jazz Magnetis", el pasado mes de noviembre presentó su nuevo disco "El Círculo", un trabajo que reúne 17 canciones "con confesiones íntimas de Javier Ibarra", explicó.
Se trata de "17 canciones diferentes, que no se parecen entre ellas, rimas bonitas y mucho sentimiento", asegura el rapero, quien reconoce que este ha sido el disco más duro, porque "con Violadores del Verso el trabajo se repartía entre cuatro".
"Pero estoy contento, me gusta la mezcla y ya tengo ganas de hacer cosas nuevas; quedarte contento con la obra es difícil", añade.
Esta última gira le ha llevado a diferentes ciudades de España, a Chile, Uruguay y Argentina, entre otros países.
Hip hop como forma de vida
Al ser consultado sobre qué significa el hip hop, Ibarra no tiene duda: "Toda mi vida gira en torno al hip hop, me gusta el grafiti, la ropa, la música, lo es todo, es cultura y arte, pero sobre todo, vida, porque es nuestra visión crítica del mundo, antifascista, antirracista y eso te da un carácter y ha marcado mi vida".
"El hip hop está en uno de sus peores momentos de la historia, igual yo ya soy muy viejo, pero veo que hay poca militancia, poco conocimiento, solo importa rapear, pero no se sabe de qué va esta cultura o quiénes fueron sus padres y los propios artistas están desanimados", continuó.
Las nuevas generaciones prefieren el trap, una mezcla del hip hop con electrónica, "y los rapers no hemos sabido reaccionar, nuestra generación ya tiene 40 años", concluyó, aunque confía en que lleguen tiempos mejores para el rap.