Los palestinos de Cisjordania votaron el sábado en unos comicios locales boicoteados por el movimiento islámico Hamás y que no se celebraron en Gaza.
Los colegios electorales abrieron sus puertas a las 7.00 de la mañana (4.00 GMT) para que ejercieran su derecho a voto 787.383 palestinos, los de localidades donde concurrió más de un candidato.
Los ciudadanos llamados a las urnas eran 1.134.636, pero los comicios solo se llevaron a cabo en 145 localidades, ya que en otras 181 se proclamó ganador al único aspirante que se presentó y en 65 municipios más no hubo votaciones por falta de concurrentes, según la CEC.
A los comicios se presentaron 4.411 candidatos en 536 listas –más de la mitad de candidatos independientes, aunque muchos de ellos cercanos a algunos partidos– para competir por 1.561 asientos en los consejos municipales.
Las elecciones, convocadas por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), dominada por el movimiento Al Fatá del presidente palestino, Mahmud Abás, se celebraron solo en Cisjordania y fueron boicoteadas por Hamás, la Yihad Islámica y el Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP, comunista).
Hamás, que controla la Franja de Gaza desde el 2007, rechazó la legitimidad de estas elecciones, las primeras municipales que han tenido lugar desde el 2012.
El movimiento islamista también boicoteó las anteriores y se celebraron solo en Cisjordania.
Los comicios, para los que se desplegó a 11.000 miembros de las fuerzas de seguridad, tendrían que haberse celebrado el pasado octubre, pero el Tribunal Supremo palestino decretó la exclusión de Gaza y se suspendieron.
Si se hubieran llevado a cabo, hubieran sido las primeras en una década.
Tampoco se pudieron celebrar elecciones en Jerusalén Oriental, la zona que según la ley internacional pertenece a los palestinos y está ocupada por Israel desde 1967.
Los refugiados palestinos registrados por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) que residen en campos en diferentes lugares de Cisjordania también quedan excluidos de los comicios municipales, que costaron unos 6 millones de dólares, según cifras de la CEC.
Poco después de que se abrieran los colegios votó el primer ministro palestino, Rami Hamdala, en su pueblo natal, Anabta, cerca de Tulkarem, en el norte de Cisjordania.
"Hoy enviamos un mensaje a la comunidad internacional de que nuestro pueblo desea un Estado independiente como el resto del mundo", declaró Hamdala, según la agencia oficial palestina Wafa.
En la ciudad palestina de Belén, decenas de personas entraban a votar en la Escuela de Primaria para Niños Saladino, a unas calles de la Basílica de la Natividad y donde estaban registradas 800 personas.
"Estoy muy satisfecha con la gestión de la alcaldesa de Belén (Vera Babun), pero como no se presenta he tenido que votar a otra lista", explicó a Sputnik Maisa Rahmet, después de votar.
En la zona contigua a la entrada, simpatizantes de las seis listas que se presentaban en Belén repartían propaganda e intentaban persuadir a los que acudían a las urnas para obtener su voto.
