Con ello las previsiones empeoran en comparación con las hechas en invierno, cuando la CE auguraba para 2017 un alza del 2,3% del PIB estadounidense.
Al mismo tiempo el pronóstico para 2018 fue elevado al 2,3%, contra el 2,2% previsto anteriormente.
"El mercado de la mano de obra sigue fuerte, la economía está próximo a garantizar su plena ocupación", señala la CE.
Al constatar el aumento de la presión inflacionista, Bruselas reconoce que el sostenido incremento de ingresos permite mantener el consumo individual.
Pero al mismo tiempo indica que "los planes estratégicos de la nueva Administración de EEUU han provocado un notable aumento de la indeterminación económica".
La CE rebajó las previsiones de inflación en EEUU para 2017 del 2,4% al 2,2% y para 2018 del 2,5% al 2,3% y mantuvo sus estimaciones del desempleo al nivel de las valoraciones que hizo en invierno: del 4,6% para 2017 y del 4,5% para 2018.