Según los datos aportados por la activista basados en un estudio realizado por la ONG para la que trabaja, el 96% de los 405 jóvenes de entre 15 y 24 años encuestados están en riesgo de sufrir explotación sexual comercial, mientras que el 45% conoce a un par de su edad que tiene sexo a cambio de dinero o regalos. El 12% aseguró haber sostenido relaciones sexuales a cambio de dinero, un 4% de ellos a cambio de ropa y regalos.
"Es un estudio no representativo del país ni de la región, pero que da un contexto sobre por dónde va la problemática", explicó Casares, quien añadió que no contar con datos oficiales invisibiliza la problemática. En 2015 la procuraduría especializada en tráfico ilícito de migrantes y trata de personas judicializó solo unos pocos casos, 12 de explotación sexual comercial, uno de pornografía infantil y otro de comercialización de niños, según la activista. "Lo que dicen esas cifras tan bajas es que sabiendo que la magnitud del problema es enorme, no se está generando jurisprudencia ante los casos", explicó.
"Una de las causas más comunes para que esto ocurra son las oportunidades de negociación que ven las familias para salir de la pobreza. Muchas veces cuando las familias detectan que un adulto está manteniendo relaciones sexuales con algún menor de la familia negocian bienes, dinero o propiedades a cambio de no hacer la denuncia", señaló.
La ONG a la que representa lanzó la campaña '18, no menos' porque en República Dominicana el código civil permite que menores de 18 puedan contraer matrimonio con la autorización de sus padres o de un juez. "Esto es un riesgo porque la posibilidad de legal de adquirir matrimonio con menores deja abierta la posibilidad para que un abusador adquiera impunidad a través de este contrato", aclaró.