"El presidente Trump no está bajo investigación…. No hay evidencia de complicidad entre nuestra campaña y ningún funcionario ruso", aseguró en rueda de prensa en la sede del Congreso legislativo de EEUU.
"No se trata de eso", aseguró.
El 9 de mayo, la Casa Blanca informó que Trump había decidido apartar de sus funciones a Comey por la recomendación del ministro de Justicia de EEUU, Jeff Sessions, quien declaró que el FBI necesitaba un "nuevo arranque".
Comey fue nombrado en el cargo en 2013 por el entonces presidente Barack Obama (2009-2017), y se ocupó de investigar los supuestos lazos de Trump con Rusia.
Esta campaña de influencia, según el reporte, habría sido aprobada al más alto nivel e incluyó hackeos, filtraciones y uso de medios de información y redes sociales pero no repercutió en el conteo de votos.
Tanto el Kremlin como el Ministerio de Exteriores ruso negaron rotundamente la implicación de Rusia en los supuestos ciberataques en las elecciones en EEUU.
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Hasta la fecha, el Gobierno de EEUU no ha presentado ninguna prueba que confirme la responsabilidad de Moscú en esos supuestos ataques informáticos.