Las requisas de esa promesa se están viendo en la actualidad. Entre el 8 y el 18 de mayo se celebra en Bonn, Alemania, una reunión con representantes de todos los países firmantes del acuerdo para preparar la próxima conferencia del clima, que se celebrará allí en noviembre. Pero el Gobierno estadounidense aplazó su participación en el encuentro.
En diálogo con Sputnik, el director de la organización ambientalista boliviana Probioma, Miguel Ángel Crespo, consideró que la salida de Estados Unidos de este convenio sería un "golpe muy duro" a nivel mundial y regional.
"Si EEUU no ratifica el tratado se van a agudizar los problemas generados por el cambio climático. Este fenómeno ha provocado una crisis de agua en las tres principales ciudades de Bolivia. De alguna manera esto coincide con actividades extractivistas que plantea Trump, quien ve con buenos ojos volver al carbón como fuente de energía, y la extracción de minerales para reactivar la industria estadounidense. Estas políticas van en desmedro de la biodiversidad que en Bolivia está disminuyendo a pasos agigantados", ejemplificó.
Crespo explicó que en Bolivia el 42% del territorio está en proceso de desertificación, y que un 40% de las aguas están contaminadas. "No hemos salido del círculo vicioso del extractivismo y los efectos del cambio climático solo empeorarán esa realidad. Es imprescindible que empecemos a alertar sobre el impacto de la salida al acuerdo de EEUU", indicó.
"En 10 años en Bolivia se han deforestado más de cinco millones de hectáreas de bosque que generan lluvias y regulan el clima. Los agrotóxicos contribuyen a la contaminación del suelo y el agua. Esto demuestra que la actividad del hombre en procura de tener una mayor utilidad y beneficio para unas cuantas corporaciones con bases en EEUU o Europa, como Monsanto o Bayer o Syngenta, están generando y agravando el impacto del cambio climático. Si no reconocemos esto estamos listos, como se dice vulgarmente", concluyó.