La Administración Trump todavía está formulando su política en Asia después de rechazar por completo el enfoque del presidente anterior, Barack Obama, del llamado 'giro hacia Asia'.
Dados los planes actuales de Washington de expandir la presencia militar en Asia habría que convencer a Pekín de que las nuevas medidas militares no están dirigidas contra los chinos, dice el artículo del WSJ.
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"La iniciativa podría aumentar el poderío militar estadounidense a través del financiamiento con tal de fortalecer la postura de EEUU en la región, mejorar la infraestructura importante, financiar las maniobras adicionales e incrementar nuestras capacidades juntos con nuestros aliados y socios", dijo el senador John McCain en pasado abril.
Los funcionarios y congresistas estadounidenses declararon que queda poco claro cuánto dinero habría disponible para gastar en la nueva iniciativa asiática dada la incertidumbre de las deliberaciones presupuestarias en Estados Unidos.
El portavoz del Pentágono, Gary Ross, declaró que el Departamento de Defensa apoya en general la iniciativa.
"La cuenca del Pacífico es la prioridad principal para Estados Unidos y el Departamento está comprometido a asegurar que las fuerzas estadounidenses están preparadas para encarar cualquier desafío en la región", dijo Ross.
Sin embargo, Moscú y Pekín están preocupados por el hecho de que esta arma haya sido desplegada en Corea del Sur, bastante cerca de sus fronteras.
Anteriormente, el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson declaró que Estados Unidos adoptaría medidas para impedir el acceso de China a las islas disputadas en el mar de China del Sur. China sigue afirmando que no tiene intenciones de militarizar las islas y agrega que cualquier litigio puede ser solucionado por vía diplomática.
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