Según el documento, la cifra alcanzó 6.172 casos, lo que significa 90 más que en 2015. Y eso sin hablar de la situación de hace cinco años con 3.604 avisos de este tipo.
Vale la pena recordar que casi un millón y medio de personas actualmente forman parte del Ejército estadounidense, el 14% de las cuales son mujeres. Desde el punto de vista estadístico, solo una de cada 232 presentó una queja.
Lea más: Escándalo en la Marina de EEUU: infantes comparten y comentan fotos de sus colegas desnudas
El indicador de la confianza, por ser tan delicado, habla tanto de los "éxitos" como de los fallos, ante todo en lo que se refiere a la educación sexual, opina la experta Olga Bugrova en su artículo para Sputnik.
La autora recuerda otra declaración de Van Winkle de que un crimen genera otro crimen: seis de diez víctimas del acoso sexual se venga de sus ofensores. Además, afirma, fracasaron también los programas especiales que se aplicaron en los últimos años y fueron elaborados en las Fuerzas Armadas de EEUU a fin de parar el acoso entre soldados y oficiales.
Bugrova cuenta que dos veces al año cada soldado es solicitado a una conversación de una hora de duración con un coordinador para prevención de violencia sexual. Además, existe un show interactivo, llamado 'Señales sexuales', donde actores profesionales interpretan ante los militares diferentes guiones, después de lo cual los soldados deben examinar la situación mostrada.
Según la experta, basándose en los datos del informe del Pentágono, por el momento se puede constatar que todas las tentativas al respecto no funcionan bien.