"Primero se llevará a cabo una investigación a fondo, tras la cual se decidirá qué sanciones se aplicarán a los infractores que podrían suponer recurrir al fuego", dijo.
A lo largo de la cuarta ronda de consultas en Astaná, celebrada el 3 y el 4 de mayo, Rusia, Turquía e Irán firmaron un memorando sobre la creación de cuatro zonas de distensión en Siria: en la provincia de Idlib y parte de las vecinas Latakia, Alepo y Hama; parte del norte de la provincia de Homs; el arrabal damasceno Guta Oriental; y determinadas áreas de las provincias de Deraa y Al Quneitra en el sur del país.
El acuerdo, propuesto por Rusia, prohíbe el uso de todas las armas dentro de estos territorios, incluida la aviación.
Está previsto que el pacto afianzará la tregua vigente en Siria a partir del 30 de diciembre y contribuirá a separar a la oposición moderada de los grupos terroristas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y Frente al Nusra, ambos prohibidos en Rusia y otros países.
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Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado que ha causado entre 300.000 y 400.000 muertos, según datos de la ONU.