Las Fuerzas Aeroespaciales rusas se entrenarán este año para manejar y procesar los datos recogidos por sus satélites y radares de alerta temprana —en ruso, 'sistema de advertencia de ataque con misiles', SPRN—.
El objetivo principal de los simulacros será detectar y prevenir ataques con misiles balísticos de un enemigo ficticio.
Anteriormente, el personal militar ruso acabó con la fase de pruebas del funcionamiento de un nuevo aparato espacial. El satélite Tundra, lanzado a finales de 2015, tiene como objetivo principal detectar lanzamientos de misiles desde la Tierra y desde submarinos, así como analizar y calcular la trayectoria de su vuelo.
En 2016, el conjunto de sistemas rusos dedicados a la detección de amenazas balísticas, de control del espacio y de la defensa antimisiles registraron 40 lanzamientos de misiles balísticos y de designación espacial tanto rusos como de otros países.
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