No obstante, según el político, París se ve obligado a "escuchar a la gente, enterarse de lo enfadados que están, de que han agotado su paciencia". De esta manera, Macron considera su posible presidencia como un mandato para reformar la UE.
Además, en el caso de que las estructuras europeas sigan funcionando de la misma manera, lo calificaría de una "traición" y Francia se marcharía como lo ha hecho el Reino Unido.
"Yo no quiero permitirlo. Porque tendríamos un Frexit o volvería el Frente Nacional…", destacó Macron, citado por BBC.
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La primera ronda de las elecciones culminó con la victoria de Macron (24,0%), seguido por Le Pen (21,30), Fillon (20,01) y Mélenchon (19,58). Las encuestas para la segunda vuelta, que se celebrará el 7 de mayo, favorecen a Macron, con un 60% en intención de voto, frente a un 40% para Le Pen.