"Si se trata de la decisión de enviar una misión de investigación, no estamos de acuerdo, no apoyamos la resolución, ya que consideramos que no corresponde a lo que pasa en el lugar", dijo Suu Kyi al reunirse con la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
Al mismo tiempo, la líder birmana subrayó que las autoridades apoyan la investigación de la comisión, encabezada por el ex secretario general de la ONU Kofi Annan, que "visitó el estado de Rakáin, examinó la situación y dio sus recomendaciones".
El conflicto en Rakáin se agudizó después de que los combatientes armados de los rohinyás realizaran en octubre y noviembre de 2016 una serie de ataques contra guardias fronterizos del estado.
Miles de rohinyás abandonaron sus hogares.
Los representantes de varias organizaciones de derechos humanos tacharon de genocidio las acciones de las tropas.
A finales de marzo la ONU decidió enviar en Rakáin una misión para investigar los abusos imputados al Ejército.
El Gobierno birmano, a su vez, está llevando a cabo su propia investigación de posibles crímenes contra la humanidad.
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Birmania no reconoce a los rohinyás como ciudadanos y considera que son "inmigrantes ilegales de Bangladés".