El sistema está destinado a las centrales eléctricas tanto nuevas como renovadas. Su tarea principal es manejar automáticamente las centrales y reaccionar a cualquier divergencia en su funcionamiento.
Por otro lado, el mismo sistema de gestión, de ser manipulado, podría causar una avería deliberadamente, así que su protección contra la influencia externa —vía un 'hackeo'— es de suma importancia.
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"No es ningún secreto que los equipos electrónicos extranjeros suelen tener funciones ocultas, usadas para monitorear o incluso para manipular el sistema. Nuestro producto contrarresta estos riesgos: todos los componentes, el diseño y los programas son rusos", comentó el vicedirector de la empresa, Arseni Brýkin citado por Rostec.
En particular, el dispositivo incorpora el microprocesador ruso Elbrús, diseñado y fabricado en Rusia.
La empresa fabricante aprovecha la ocasión para irrumpir en varios mercados civiles de alta importancia, como los servidores multitarea, sistemas de ingeniería asistida e incluso ordenadores personales.