El ciberataque hubiera necesitado decenas de millones de dólares y miles de especialistas en espionaje y ciberguerra contra los sistemas antiaéreos de Irán, así como en contra de las telecomunicaciones y los centros de energía del país. La distracción causada por varios ciberataques simultáneos contra la infraestructura crucial iraní facilitaría la operación militar de los aliados de EEUU y llevaría a una rápida derrota del Ejército iraní, según NYT.
Esta versión “radical” del plan fue reservada para el futuro, ya que las negociaciones del Grupo 5+1 llevaron a la firma del acuerdo sobre el desmantelamiento del programa nuclear de Irán.
Al mismo tiempo, los servicios de inteligencia de EEUU desarrollaron un escenario de menor escala. Una operación preveía un ciberataque de precisión contra la única planta de enriquecimiento de uranio del país: Fordo. La planta, instalada por debajo de una montaña, sería casi inalcanzable para las bombas aéreas estadounidenses, por lo cual el ataque fue apuntado contra el equipo de instalación.
Tema: Programa nuclear de Irán
Al suceder la operación, los ordenadores y los sistemas internas de Fordo hubieran sido prácticamente “fritos” y la capacidad de Irán de enriquecerse de uranio hubiera sido eliminada o gravemente socavada por años, destaca The New York Times.
La existencia de dos planes de ciberataques tan complejos demuestra la importancia del problema nuclear iraní para la administración de Barack Obama, así como sus dudas en negociar una solución fiable con el país persa. También el plan “Nitro Zeus” reitera la tradición de EEUU de introducir en su estrategia militar armas innovadoras, como lo fue con las primeras bombas nucleares en los años cincuenta y los drones armados desde el inicio del siglo vigente, opina el medio.