El ministro del Interior turco, Süleyman Soylu, informó de 1.000 supuestos partidarios de Gulen detenidos en el marco de una operación a gran escala.
Además los decretos del sábado ordenan cerrar los programas de citas en televisión, alegando que contradicen los valores familiares.
"En los servicios de radio y televisión no pueden ser permitidos los programas en los cuales la gente se presenta para buscar amistades o matrimonios", explicó el decreto oficial.
Bajo el estado de emergencia, las autoridades turcas tienen amplios poderes para tomar decisiones como el despido de funcionarios, la confiscación de sus bienes o las detenciones de sospechosos de estar implicados en la organización del golpe frustrado.
El opositor Fethullah Gulen rechaza de plano todas las acusaciones desde su autoexilio en EEUU.