Más temprano el ministro del Interior turco, Süleyman Soylu, informó de 1.000 supuestos partidarios de Gulen detenidos en el marco de una operación a gran escala.
"No hay nada sorprendente en que el Ministerio haya recibido con preocupación las informaciones sobre estas detenciones masivas, al igual que sobre las que han tenido lugar en el pasado", dijo Fischer a los periodistas.
En la noche del 15 de julio de 2016, Turquía vivió una intentona golpista que dejó un saldo de más de 240 muertos y 2.000 heridos, además de provocar más de 30.000 detenciones y la remoción de unos 100.000 funcionares.
Gülen que reside en EEUU y cuya extradición Ankara exige a Washington, rechaza su implicación en el golpe y llama a establecer una comisión internacional para investigar el suceso.