"El paraguas antimisiles podría conducir a la perniciosa ilusión de la invencibilidad y la impunidad, es decir tentar a las 'cabezas locas' en Washington hacia nuevos pasos unilaterales y peligrosos a la hora de resolver los problemas globales y regionales al margen del Consejo de Seguridad de la ONU y en contra del sentido común como ocurrió el 7 de abril cuando EEUU lanzó un ataque con misiles contra el Estado soberano de Siria", dice la nota.
La Cancillería subraya que las instalaciones antimisiles que se emplazan a lo largo del mundo "son parte de un proyecto global muy peligroso destinado a garantizar la superioridad abrumadora de Estados Unidos a expensas de los intereses de seguridad de otros países".
"A la hora de realizar su planes de defensa Estados Unidos debería guiarse realmente, no a nivel de palabras, por un principio universal que el propio Washington ha reafirmado en repetidas ocasiones en plataformas internacionales, de que es inadmisible reforzar la seguridad propia a expensas de otros Estados", añade el documento.
El ataque, que no tuvo respuesta por parte del Ejército sirio y al que siguió una ofensiva de grupos terroristas, fue presentado como represalia al supuesto empleo de un gas tóxico en la provincia de Idlib, del que Washington culpa a Damasco.