"No hay una voluntad de ir cumpliendo normas establecidas en la OEA en diversos documentos, porque no es necesario, y por tanto, no nos sentiremos obligados a cumplimientos a lo largo de este tiempo, salvo lo que la evolución del proceso determine como inevitable, pero eso lo estamos analizando", expresó el experimentado diplomático en entrevista con esta agencia.
Venezuela anunció el miércoles que iniciaba los procedimientos para retirarse de la OEA, un trámite que insumirá unos dos años.
Algo similar sostuvo el jueves más temprano la canciller Delcy Rodríguez, en una rueda de prensa en la que Chaderton, exministro de Exteriores y exembajador ante la OEA, estuvo sentado a su derecha.
"Había que desligarse de la OEA, y como lo estamos haciendo no afecta para nada, porque la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) es un mecanismo de la OEA, entonces basta salirnos para entonces automáticamente salirnos de todas las instituciones a las que la OEA nos obliga", añadió.
Organismos alternativos
"Hay que preguntarse para qué la OEA; Venezuela pudiera salirse de la OEA (…) y crear o convocar a los pueblos de este continente a que nos liberemos de esos viejos instrumentos y a que formemos una organización de pueblos de América Latina, pueblos libres", dijo ocho años atrás el entonces mandatario.
El comentario de Chávez tuvo lugar luego de que la CIDH destacara en un informe la necesidad de que Venezuela mejorara la defensa y respeto de los derechos humanos.
En estos años surgieron organismos como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que algunos gobiernos vieron como espacios alternativos a la OEA, sin la presencia de Estados Unidos y Canadá.
Según Charderton, Chávez dejó protegida a Venezuela a través de esos mecanismos de integración que impulsó.
"El presidente Chávez, con su sentido de la estrategia, nos dejó rodeados por anillos de seguridad; con los organismos que ayudó a crear el presidente Chávez nos deja protegidos y sobre la base de ese blindaje que nos legó, vamos a seguir batallando contra el imperio y los gobiernos Judas, como es el caso de Colombia", dijo.
En su opinión, con la salida de Venezuela "se ha abierto un boquete" en la OEA, una razón adicional para fortalecer esos bloques impulsados por gobiernos progresistas como el de Néstor Kirchner (2003-2007) en Argentina, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) en Brasil, y Rafael Correa (2007-2017) en Ecuador.
Primer país en retirarse
"La diferencia está en haber expresado un deseo o una voluntad y la otra en haber tomado una firme determinación que ya comienza, con un documento oficial de denuncia, a surtir efecto para el futuro inmediato, que es la salida de la OEA por voluntad propia", agregó.
En este escenario, Venezuela gana "más libertad y más soberanía para denunciar todas las cosas horrorosas que ocurren en el sistema interamericano; es como si hubiéramos desatado un nudo que nos oprimía, que nos contenía, que nos cohibía, pero que no nos suprimía", apuntó Chaderton.
¿Venezuela en deuda?
El director de asuntos jurídicos de la OEA, Jean Michel Arrighi, explicó que antes de irse, Venezuela tiene que pagar 8,7 millones de dólares de las contribuciones como Estado miembro que adeuda hasta diciembre de 2016, y a lo que habría que sumar la cuota del año en curso.
Ante la pregunta de si Caracas cumplirá con ese pago o piensa desconocerlo, Chaderton contestó que "ni lo uno, ni lo otro".
"Sacaremos nuestras cuentas y haremos nuestra evaluación; pero no le crea mucho al consultor jurídico que, aparte de uruguayo y compatriota de (Luis) Almagro (secretario general del organismo), es un gordito gastronómico, gozón, que dice que sí a todo lo que le dicen sus jefes; tiene ya más de 20 años como consultor jurídico de la OEA y cada vez que opina es como si él fuera una corte suprema de justicia", replicó.
La decisión se tomó luego de que el miércoles el Consejo Permanente de la organización resolviera por mayoría convocar a una reunión de cancilleres de los países miembros para discutir la crisis de Venezuela, sin la autorización del Gobierno.
Este país vive casi un mes de incesantes manifestaciones contra el Gobierno, en las que han muerto 30 personas, más de 400 han resultado heridas y decenas han sido detenidas.