Este convenio "permitirá a Chile acceder en igualdad de condiciones a uno de los mercados de productos orgánicos más importantes del mundo", precisó en un comunicado el ministerio de Agricultura.
De esta forma, los productos orgánicos amparados bajo este acuerdo que se produzcan en Chile podrán comercializarse en la UE sin controles adicionales evitando la doble certificación, como ocurre actualmente.
Asimismo, se permitirá a los productos chilenos utilizar el logo del etiquetado orgánico europeo, que vuelve más fácil su identificación por los consumidores y permitirá lograr "un reconocimiento mundial, como proveedores confiables de productos orgánicos", aseguró el Gobierno local.
Este pacto "es el reflejo de nuestros valores y principios compartidos respecto de nuestra visión de las personas, la sociedad y del mundo, los que ya habían sido plasmados en nuestro Acuerdo de Asociación de 2002", declaró a los medios el ministro de Agricultura chileno, Carlos Furche, en Bruselas.
Agregó que el documento "es una muestra más de nuestro compromiso con el desarrollo sustentable y especialmente, con la agricultura sustentable".
El intercambio comercial entre Chile y la UE se ha triplicado en 15 años.