"No es la primera vez que una manifestación tiene como destino la casa del presidente; se cortarán las calles para impedir la llegada de los manifestantes (…) Haremos todo lo posible para evitar un enfrentamiento, pero si fuese necesario actuaremos con energía dentro de la legalidad", dijo el secretario de Seguridad Pública del Gobierno de São Paulo, Mágino Alves Barbosa Filho, citado por el portal de noticias UOL.
Ese será el destino final de las marchas convocadas para la tarde de este viernes por el Frente Brasil Popular y Povo Sem Medo, dos movimientos sociales de izquierda.
Protestarán en el marco de la jornada de huelga general que pretende paralizar el país para contra la reforma laboral y la reforma del sistema de pensiones que propone el Gobierno de Temer.
Los sindicatos mayoritarios, como la Central Única de los Trabajadores (CUT), no organizaron ningún acto público como tal, ya que prefieren centrarse en las acciones de bloqueo y parálisis de empresas y sistemas de transporte.