La sesión, que cerró con aplausos, duró poco más de una hora y giró en torno al rechazo de Venezuela a aceptar la reunión y la convocatoria a los cancilleres.
"Para nuestro país esta convocatoria sobre la que no hemos sido consultados, es un acto hostil, que no reconocemos", dijo el representante permanente de Venezuela, Samuel Moncada.
No se resolvió todavía ni la fecha ni el lugar donde se haría esa reunión.
La sesión fue convocada accediendo a una petición de Argentina, Bahamas, Barbados, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Honduras, Jamaica, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía y Uruguay.
"Nos oponemos a esta resolución por principios, esto es independiente de la correlación de fuerzas coyuntural que pueda haber en este recinto", dijo Moncada, quien añadió que "con esta resolución se está violando el artículo 1 de la Carta, según el cual ninguna disposición autoriza a intervenir en asuntos de la jurisdicción interna de los Estados miembros".
"Una ayuda forzada no es una ayuda, es una imposición", dijo Moncada.
A favor del Gobierno de ese país habló la delegación de Nicaragua, mientras que la de Ecuador consultó si la convocatoria a los cancilleres se hacía en el marco de la Carta de la OEA o de la Carta Democrática Interamericana.
La secretaría de asuntos jurídicos aclaró que esta es una convocatoria no se realizaba en el marco de la Carta Democrática.
El representante venezolano planteó que su país está dispuesto a un diálogo "sin presiones y con respeto", en un ámbito de concertación y de igualdad, como es la reunión de cancilleres de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), que se reunirá el 2 de mayo en Ecuador.
En la sesión del Consejo Permanente se hizo presente la ministra de Exteriores de Argentina, quien se refirió a varios intentos de su país y otros de la región por contribuir a reducir las tensiones en Venezuela.
"Hemos dicho en múltiples instancias que el camino era cuidar y no exponer al pueblo a la dureza de las calles; lo decimos desde la dolorosa experiencia de nuestros muertos en las calles", que "representan el más absoluto fracaso de los líderes (…) Nuestros muertos así como los de hoy en Venezuela son la prueba de que expresarse y demostrar en un marco de igualdad" no tiene garantías, dijo Malcorra.
Desde que comenzaron las manifestaciones a inicios de este mes, 29 personas han muerto y más de 400 han resultado heridas en Venezuela.
"No hay en esta convocatoria un diseño de derrocamiento de nada ni de nadie", se trata de "encontrar una salida a través del programa electoral, del funcionamiento pleno de los poderes, y la libertad de aquellos que han sido encarcelados", sostuvo.
La delegación venezolana advirtió, antes de que se votara la resolución, que iniciaría los trámites para retirarse de la OEA por considerar que la convocatoria a los cancilleres constituye un acto de agresión contra su país.