El diario paraguayo Última Hora ha revelado que más de 70 personas participaron en la operación. Los criminales contaban con prendas militares, pasamontañas y vestimenta de camuflaje, además de un gran número de armas de combate: fusiles de alta potencia, fusiles automáticos, explosivos y abrojos —miguelitos—.
Después de abandonar los automóviles usados para la fuga a 25 kilómetros de la escena del crimen, los autores del atraco se habrían dividido y algunos de ellos habrían cruzado hacia Brasil a través del lago Itaipú.
Según Última Hora, parte de la banda criminal habría sido detenida en el lado brasileño de la frontera, donde se habrían enfrentado con la guardia fronteriza.
Como resultado del intercambio de disparos, tres personas habrían muerto, dos habrían resultado heridas y diversos vehículos y armas habrían sido decomisados. El paradero del dinero robado aún se desconoce.
El espectacular ataque ocurrió a primera hora del 24 de abril y, según los testigos, fue un asalto "perfectamente organizado". Los criminales asesinaron a un policía que se encontraba haciendo guardia frente al banco antes de activar entre cinco y siete bombas para llegar hasta la bóveda y robar la millonaria suma.