Inicialmente, los científicos estimaban que esta especie era descendiente de Homo erectus, que debido al fenómeno conocido como enanismo insular, con el tiempo disminuyó en tamaño. Otros suponían que eran especímenes de Homo sapiens (nuestra especie) que se convirtieron en enanos debido a malformaciones como microcefalia, síndrome de Laron y cretinismo.
Ahora, un grupo de paleoantropólogos de la Universidad Nacional de Australia ha realizado una exhaustiva investigación de los restos fósiles de esta especie, comparándola con los restos de otras especies humanas, para determinar el árbol genealógico, informa la publicación de Journal of Human Evolution. Según encontraron, su pariente más cercano resultó ser el Homo habilis.
"Podemos estar seguros en un 99% de que no está relacionado con el Homo erectus, y casi en un 100% de que no es un Homo sapiens malformado".
Lo curioso es que los mismos datos indican la posibilidad que, contrario a lo que se creía hasta ahora, los 'hobbits' puedan tener un origen más antiguo que el propio Homo sapiens, a la que pertenecemos nosotros. De ser así, esta especie sería pariente de los homínidos Australopithecus, y se habría separado de la rama común de la humanidad incluso antes de que esta apareciera.