"La política de rehenes no ha cambiado con la nueva administración", dijo Nesheiwat al ser consultada sobre si había planes para modificar la política de rescates de EEUU.
Históricamente, la política de Washington es que el Gobierno no paga rescates a terroristas a cambio de rehenes estadounidenses cautivos en el extranjero para evitar poner a otros ciudadanos de su país en riesgo.
En 2015, el entonces presidente Barack Obama anunció que el Gobierno iba a permitir y ayudar a facilitar la comunicación entre las familias de ciudadanos estadounidenses rehenes y los grupos terroristas.
Obama también estableció una política por la cual vetó el enjuiciamiento de aquellas familias que pagaran rescates, al tiempo que creó un Grupo de Respuesta a Rehenes para impulsar la recuperación segura de los ciudadanos estadounidenses que son tomados como rehenes en el extranjero.
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