"Con mucho pesar informamos que hemos establecido últimamente que dos inocentes rehenes de Al Qaeda murieron en la operación antiterrorista de EEUU", dijo al añadir que su muerte fue accidental.
Precisó que se trata del estadounidense, Warren Weinstein, secuestrado en 2011, y el italiano Giovanni Lo Porto retenido por la organización terrorista desde 2012.
Earnst calificó lo sucedido de "terrible tragedia" y prometió "realizar una completa verificación independiente para entender lo que ocurrió y cómo se puede impedir este tipo de incidentes trágicos en el futuro".
Además supuso que otros ciudadanos suyos murieron durante las operaciones antiterroristas del Gobierno estadounidense en la región.
La Casa Blanca también informó de la muerte de otros dos estadounidenses, Ahmed Farouq y Adam Gadahn, que eran miembros destacados de Al Qaeda.
Earnest explicó que "aunque Farouq y Gadahn eran miembros de Al Qaeda, ninguno de ellos era un objetivo específico ni hubo información que indicase su presencia en los lugares de las operaciones".