"Este día celebramos un importante acontecimiento para la Armada rusa y para toda la industria marítima militar. Hoy nace el buque que protegerá los dominios de Rusia en el Ártico", declaró el comandante supremo de la Armada de Rusia, el almirante Vladímir Koroliov, citado por Rossiyskaya Gazeta.
El nuevo barco recibió el nombre de Iván Papanin, en honor al contraalmirante soviético, destacado explorador del Ártico ruso, doctor en geografía y dos veces galardonado con el título de Héroe de la Unión Soviética.
En aquel entonces, los detalles del proyecto eran escasos. Hoy en día, fuentes de acceso público indican que el buque contará con una eslora de 100 metros y tendrá un desplazamiento de alrededor de 9.000 toneladas. Será capaz de abrirse paso en el hielo de un espesor de hasta un metro y medio y alcanzar una velocidad de 30 km/h.
También portará dos lanchas armadas y un helicóptero de búsqueda, rescate y reconocimiento.
El Iván Papanin, primero de los dos buques de esta clase encargado por la Defensa rusa, entrará en servicio para 2020.
Los rompehielos experimentan un verdadero 'renacimiento' en el país eslavo, en conformidad con la importancia estratégica del Ártico para el país.
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Además de los buques de combate, se está construyendo el rompehielos nuclear Árktika, el más potente del mundo actualmente, y su futuro sucesor, Líder, —dos veces más potente—. También se trabaja en Rusia en toda una serie de rompehielos diésel eléctricos.