"Las líneas divisorias en estos comicios no pueden ser más claras: el 'establishment' contra el pueblo y es nuestro deber histórico asegurar que el pueblo prevalecerá", dijo Corbyn en el primer discurso de campaña en el centro de Londres.
"La derrota del laborismo no es una conclusión inevitable", retó ayer recordando su inesperada elección en 2015 a la cúspide de la segunda formación política de Reino Unido.
Corbyn va a movilizar a los cientos de miles de afiliados y simpatizantes que han apoyado su liderazgo estos dos últimos años de continuo enfrentamiento e indisciplina del grupo parlamentario.
"Si un gobierno laborista es elegido el 8 de junio, no jugaremos con sus normas (del establishment)", recalcó.
"Estas normas han permitido a un cómodo cartel amañar el sistema en beneficio de unos pocos individuos y corporaciones poderosos y ricos; es un sistema amañado por y para los extractores de riqueza", denunció.
Los laboristas publicarán en los próximos días un manifiesto electoral que incluirá su visión post-Brexit.
Será una propuesta de cambio, según adelantó el líder, con la que "construiremos una nueva economía digna del siglo XXI y construiremos un país para la mayoría".
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El Parlamento de Westminster se suspenderá el 3 de mayo y dará paso a seis semanas de intensa campaña que en realidad arrancó este miércoles con la autorización de los diputados al calendario electoral propuesto por May.