El hecho más reciente se presentó en la tarde del miércoles, cuando Gerson Acosta Salazar, líder indígena del resguardo Kite Kiwe, fue asesinado tras salir de una reunión de su comunidad en el municipio de Timbío, Cauca (suroeste) por parte de un hombre que le disparó en repetidas ocasiones.
"Tres muertes más se suman a la innumerable lista de víctimas que los indígenas Awá hemos tenido que dejar en esta guerra que parece no tener fin, nos da tristeza ver cómo el proceso de paz que para nosotros significó la posibilidad de volver a vivir en armonía, en la práctica ha significado el incremento al exterminio físico, cultural y espiritual de nuestro pueblo", señaló la ONIC en un comunicado.
Sin embargo, en el mismo no dio cuenta de los dos indígenas Wounaan que fueron secuestrados y asesinados en el departamento del Chocó (suroeste), tal y como lo denunció Kankui.
A la ola de asesinatos en contra de líderes sociales, campesinos e indígenas también se suma ahora el homicidio de un desmovilizado de la guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), quien hace pocas semanas había sido beneficiado con la Ley de Amnistía e Indulto.
"Según información de habitantes del sector, este homicidio responde a la autoría del criminal conocido en la zona como 'Renol', narco paramilitar que actúa a sus anchas en Tumaco (suroeste) y quien es responsable de amenazas y homicidios en contra del movimiento social y popular", informó este jueves en un comunicado el Estado Mayor Central de las FARC.
El asesinato del integrante de las FARC, que se presentó el pasado domingo, cuando visitaba a su familiares en la ciudad de Tumaco (Nariño, suroeste), es el primero que se registra contra un rebelde favorecido con los acuerdos logrados tras la firma del armisticio.