"Sé bien que la crisis que el país atraviesa no es de fácil solución, ya que tiene raíces socio-político-económicas y no corresponde ni a la Iglesia ni al Papa dar una receta concreta para resolver algo tan complejo", escribió el Pontífice, según un fragmento publicado por el portal brasileño Globonews.
Sobre esta invitación el Papa alegó tener una intensa agenda para descartar el viaje, pero remarcó que reza por el país y que sigue "con atención" los acontecimientos que ocurren en la mayor nación de Latinoamérica.
"No puedo dejar de pensar en tantas personas, sobre todo en los más pobres, que muchas veces se ven completamente abandonados y suelen ser los que pagan el precio más amargo de algunas decisiones fáciles y superficiales para la crisis que van mucho más allá de la esfera meramente financiera", escribió Francisco.
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La carta del Papa sale a luz justo cuando el Gobierno brasileño intenta aprobar su propuesta de reforma de las pensiones, una de las medidas económicas a las que aludía el líder de la Iglesia Católica y que cuenta con un amplio rechazo social en Brasil.