El macabro juego, llamado desafío de la ballena azul, surgió supuestamente en las redes sociales rusas entre 2015 y 2016. A lo largo de 50 días, los participantes del juego reciben de un 'tutor' las instrucciones del desafío que deben cumplir para seguir jugando. La mayoría de los retos exige la autolesión del jugador. La 50° y última tarea es quitarse la propia vida.
Según el Coronel Arnaldo Sobrinho, responsable del caso, algunos estudiantes fueron invitados a jugar a la ballena azul a través de un grupo de Whatsapp. El policía informó que algunos de los jóvenes llegaron incluso a cumplir tareas de automutilación.
En la ciudad de Vila Rica, en el centro-oeste brasileño, las autoridades investigan si la muerte de una adolescente de 16 años está relacionada con el desafío virtual. Las primeras informaciones obtenidas por la policía local indican que la joven participaba en el juego mortal. En caso de ser confirmada la información, la muerte de la estudiante sería la primera causada por el desafío de la ballena azul en Brasil.
Patrícia Peck Pinheiro, abogada especialista en derecho digital y creadora de iStart —un instituto de ética y seguridad digital—, alertó a los padres de los riesgos que supone el uso sin supervisión de las redes sociales por parte de niños y adolescentes.
"La internet es como las calles. Uno no deja que su niño ande suelto por las calles", comparó la experta. "Los desafíos digitales empiezan como una broma inofensiva y escalan rápidamente al punto de poner en riesgo la vida de las personas", agregó.
Pinheiro subrayó la importancia de supervisar el uso que hacen de las redes los más jóvenes, pues la omisión familiar en la vida digital de los niños puede tener graves y fatales consecuencias.