Por un lado Japón valoró altamente la postura de la administración Trump, que no descartó el uso de la fuerza militar contra Pyongyang, según aseveró este 11 de abril el ministro portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga.
Podría parecer que el emplazamiento de los sistemas de defensa antimisil estadounidenses en Corea del Sur debería blindar el apoyo de Seul respecto a cualquier medida de EEUU respecto a Corea del Norte, pero las posiciones de los principales aliados de Washington en la región se tornaron diametralmente opuestas cuando se trata del uso directo y real de la fuerza militar.
Cuestión de distancias
Según el experto del Centro de Investigaciones de Japón de la Academia de Ciencias de Rusia, Víctor Pavlyatenko, la explicación es simple: "todo es cuestión de distancias".
"En caso de que Corea del Norte responda al ataque, el riesgo que correría Seul es considerablemente mayor que el que enfrentaría Tokio", aseveró el especialista..
"Es por ello que la inquietud de Seul es mayor y bastante más fundamentada", aseveró.
Para el especialista, "esta divergencia entre Seul y Tokio respecto a las posibles consecuencias de un ataque preventivo contra Corea del Norte es una muestra de que la alianza EEUU-Corea del Sur-Japón no es tan firme como se pensaba y tiene lados débiles".
Es evidente que en el contexto de la algazara informativa generada alrededor del ataque con misiles de EEUU contra Siria, Trump quisiera aferrarse a la imagen de 'presidente de acción´, por lo cual continua tanteando los límites de lo permisible en la arena internacional.
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Precisamente a ello responde la declaración de que EEUU es capaz de resolver a solas el problema de Corea del Norte y el envío de un grupo naval encabezado por el portaviones Carl Vinson.
Además, según Wall Street Jorunal, Trump pidió al presidente chino Xi Jinping transmitir a los líderes norcoreanos que Washington no solo cuenta con portaviones en su arsenal.
Si durante la presidencia de Obama el apoyo a Corea del Sur le permitía desarrollar su potencial militar y no existía peligro de un ataque impredecible y no consensuado con sus aliados contra Corea del Norte, las acciones de Trump resultan prácticamente impredecibles.
Consecuencias catastróficas
El experto recordó que en Corea del Sur "funcionan cerca de 30 reactores nucleares, que incluso bombas convencionales pueden destruir, con un daño semejante a cinco o seis Chernóbiles en un territorio relativamente pequeño de 99 kilómetros cuadrados que de inmediato se convertiría en zona donde la gente no tendrá dónde vivir".
Según Zhebin, "este hecho muestra hasta qué punto a los estadounidenses realmente les preocupa el bienestar de sus aliados".
"Tomando en cuenta los sucesos recientes en Siria no se puede descartar que EEUU emprenda una aventura de este tipo en la península coreana", estimo el experto.
Sin embargo, hay otros argumentos que llaman a la calma en las relaciones entre Corea del Norte y EEUU.
"Rusia no esperará a que los misiles estadounidenses impacten por error en su territorio y se verá obligada a derribarlos sobre el territorio de Corea del Norte, máxime cuando los propios analistas norteamericanos confiesan desconocer todos los emplazamientos de objetivos nucleares y lanzaderas de misiles norcoreanas", comentó.
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En la actualidad, recordó el experto, "Corea del Norte no solo dispone de misiles en silos subterráneos, también tiene lanzaderas móviles".
"De no ser así, tal vez hace tiempo que EEUU ya hubiese atacado a Corea del Norte", argumento.
La guerra en Irak mostró "cómo proyectiles estadounidenses, tal vez por error o casualidad, caían en el territorio de todos los países vecinos" de Irak, recordó el especialista.
"Es por ello que desde el punto de vista militar una posible acción bélica de EEUU contra Corea del Norte, en la frontera misma de Rusia y China, y contra un país que dispone de armas nucleares, es una locura, hecho que da fe del carácter irresponsable de la actual administración estadounidense", argumentó Zhebin.
"Cabe la esperanza de que tomando en cuenta los argumentos anteriormente mencionados, las relaciones entre Corea del Norte y EEUU se limiten a un duelo de publicidad política y queden en enérgicas declaraciones, sin pasar a las acciones", puntualizó el especialista.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Norte condenó el envío del portaaviones estadounidense USS Carl Vinson hacia el Pacífico Occidental y advirtió que Pyongyang responderá a cualquier acción bélica por parte de Washington.
Por su parte, el portavoz del Comando del Pacífico de Estados Unidos, Dave Benham, se le adelantó diciendo que Corea del Norte sigue siendo la principal amenaza en la región debido a su programa "imprudente, irresponsable y desestabilizador" de pruebas de misiles y armas nucleares.
Desde 2006 el Ejército norcoreano realizó cinco ensayos nucleares y múltiples lanzamientos de misiles balísticos, desoyendo la prohibición de la ONU.