Los moscovitas emplean diversas denominaciones con raíces históricas para referirse a la urbe en la que viven. Entre las más conocidas están 'Moscú es la tercera Roma' y 'Moscú, la ciudad sobre siete colinas'.
Si abres el mapa de Rusia, queda claro inmediatamente que la capital está muy lejos de cualquiera de los mares que bañan el país. De manera que surge la pregunta: ¿cómo una localidad que no se encuentra en la costa puede ser el puerto de cinco mares a la vez?
'Moscú, el puerto de los cinco mares' tiene su origen en una de las grandes obras del comunismo. Dicha frase la usó por primera vez, según se dice, el líder soviético Iósif Stalin. El término fue acuñado en 1936, durante la construcción del canal de Moscú.
El canal de Moscú fue erigido en plenos años 30 y unió el río Moscova con el Volga. Una vez construido, la capital recibiría acceso, a través del Volga, a otra red de canales, que desembocaban en los cinco mares de la parte europea de Rusia.
Es decir, tras la inauguración del canal de Moscú, las naves podrían navegar desde la capital con rumbo a los mares Báltico, Blanco, Caspio, Negro y de Azov, y todo ello sin pasar por ningún obstáculo.
Es probable que al Gobierno y a los ciudadanos de la URSS les encantara la nueva denominación, puesto que subrayaba la grandiosidad del proyecto. Además, las autoridades mataron dos pájaros de un tiro, puesto que la nueva frase sustituyó a otra en aquel entonces indeseable, que es 'Moscú es la tercera Roma'. Esta última expresión hundía sus raíces en la época zarista.
Paradójicamente, la idea de conectar el río Moscova con el Volga existía desde mucho tiempo antes que el proyecto soviético. El propio zar Pedro I el Grande pretendía excavar el canal ya en el siglo XVIII, si bien sus planes no cristalizaron hasta los años 30 del siglo XX.