A juicio de Jaua, el 11 de abril de 2002, toda Venezuela recibió una gran lección y demostró que el poder estaba en manos del pueblo.
"Cuando un pueblo tiene coraje y tiene valentía, como la tiene este pueblo que es heredero de libertadores y libertadoras, los límites que no tiene la contrarrevolución se los impone el pueblo, ese pueblo que en 48 horas logró imponer la paz y la democracia en Venezuela", aseveró Jaua.
Allí se encontraron aquel día las movilizaciones a favor y en contra del Gobierno de Chávez en medio de una huelga general de tres días promovida por la agremiación empresarial Fedecámaras.
El puente Llaguno fue el escenario de sangrientos enfrentamientos que dejaron 19 muertos y decenas de heridos, causados por una lluvia de balas, disparadas inclusive por francotiradores.
"Ese día se construyó el falso positivo de una masacre que tenía un correlato mediático, pero que también tenía un correlato real en muertos y en heridos", recordó Jaua.
Al día siguiente, los mandos militares anunciaron por televisión que le habían pedido la renuncia al presidente y que este había aceptado.
Los golpistas invistieron brevemente como mandatario al entonces presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona, mientras Chávez era detenido.
Pero multitudinarias manifestaciones a favor del mandatario y presiones internacionales hicieron naufragar la intentona y Chávez fue repuesto en el cargo el 14 de abril.
Por su parte, la oposición, se viene movilizando desde inicios del mes de abril y ha pedido a sus militantes a mantenerse en las calles con el propósito de restituir el hilo democrático, que aseguran fue quebrantado, exigir la remoción de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y la presentación de un cronograma electoral.