El Pésaj es una de las más antiguas festividades judías, en que se conmemora el éxodo bíblico de Egipto y la liberación de la esclavitud que duró 400 años; se cree que este acontecimiento marcó el comienzo de la historia del pueblo judío.
Putin recordó que en estos días los judíos dirigen sus miradas al valioso acervo cultural y religioso del judaísmo que tiene un valor imperecedero para toda la Humanidad, "porque está basado en los ideales eternos de la justicia, el bien y la preocupación por el prójimo".
También subrayó que la comunidad judía "desarrolla una amplia actividad de caridad e ilustración, hace un ponderable aporte al fortalecimiento de la paz entre las etnias y las confesiones del país y toma parte activa en la educación de los jóvenes".
Además constató que los judíos de Rusia llevan una vida muy activa y contribuyen con numerosos acontecimientos positivos, como la fundación de nuevos centros religiosos y de educación y la inauguración de museos y de exposiciones.