"China aboga por que una agencia competente de la ONU lleve a cabo una investigación exhaustiva de todos los episodios del uso de armas químicas", dijo la portavoz de la Cancillería, Hua Chunying.
La representante de Exteriores añadió que hay que sacar "conclusiones a partir de pruebas irrefutables" y aprendiendo del pasado.
En la madrugada del 7 de abril, EEUU lanzó decenas de misiles de crucero Tomahawk desde dos buques de guerra emplazados en el Mediterráneo contra la base aérea de Shairat, en la provincia siria de Homs.
El ataque, que provocó 15 muertos además de destruir un radar y seis aviones de combate, fue presentado como represalia al uso de un gas tóxico en la provincia de Idlib, del que Washington culpa a Damasco.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 7 апреля 2017 г.
Según EEUU, los aviones sirios habían salido del aeródromo de Shairat para bombardear la localidad de Jan Sheijun donde el empleo de agentes químicos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) causó el 4 de abril 84 muertos y 545 intoxicados, entre ellos muchos niños.
Las sustancias tóxicas fueron retiradas de Siria gracias a un acuerdo entre Moscú y Washington y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) anunció su total destrucción en enero de 2016.
No obstante, el Departamento de Estado de EEUU publicó en junio de 2016 un informe que acusaba a Siria de seguir empleando armas químicas contra la población.
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Por su parte, el entonces Alto Representante Interino de la ONU para Asuntos de Desarme, Kim Won-soo, declaró que los expertos de Naciones Unidas siguen sin poder confirmar la total destrucción en territorio de Siria de las instalaciones para la producción de armas químicas.