Según el alto diplomático, Rusia se opone a la investigación con métodos remotos, en particular, "a través de colección de datos publicados por los tristemente notorios Cascos Blancos completamente desacreditados y que actúan con fines geopolíticos".
"Estamos en contra de que se utilicen como base para las acusaciones los informes del llamado Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres, o de organismos similares", recalcó.
Damasco se desmarcó del empleo de sustancias tóxicas en Idlib y en cualquier otro ataque y atribuyó los hechos a los grupos armados.
El Ministerio ruso de Defensa, por su parte, informó que la aviación siria atacó cerca de Jan Sheijun, Idlib, una instalación de los terroristas que contenía armas químicas, las mismas que iban a ser enviadas a Irak
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